domingo, 30 de marzo de 2008

IMAGEN POSITIVA DE UN EQUIPO

Psicólogo Franz Rivera Mansilla

Todos, como personas, reaccionamos según nos vemos a nosotros mismos y según vemos y creemos que nos ven los demás. En deporte sucede lo mismo. Un equipo juega dependiendo de la confianza en sí mismo y de la imagen que capta en su equipo oponente. Aunque no siempre de forma explicita, verbal o conciente, el deportista, el equipo, se hace estas 4 preguntas (Tutko, 1984).

1. ¿Qué pienso de mi equipo? “Somos un equipo guerrero, luchador”; “este año estamos mal”… aquí cobran importancia los pensamientos que se tengan, porque el equipo actúa según piensa y siente que es capaz. La labor del entrenador en los periodos de entrenamiento es fundamental para asentar en su equipo un tipo de pensamiento positivo y constructivo sobre sus posibilidades.

2. ¿Qué piensa el otro equipo del nuestro? “Piensan que nos derrumbamos en las segundas partes”; “saben que estamos en un buen momento”… La respuesta define gran parte de la estrategia que se pondrá en práctica en el juego; el entrenador deberá analizar a fondo el equipo oponente, sus puntos fuertes y débiles… igual el entrenador del equipo oponente hará.

3. ¿Qué cree mi equipo que el equipo oponente piensa de nosotros? Lo que el equipo puede pensar que se piensa de él, y lo que en realidad el equipo oponente piense, pueden ser dos ideas no coincidentes y, cuando esto ocurre, el resultado deportivo corre peligro (genera exceso de confianza, o temor u otro aspecto).

4. ¿Qué somos en realidad mi equipo y el equipo oponente? A esta pregunta es a la que deben contestar los deportistas y el entrenador, porque es la única que se apoya en datos reales y no en percepciones subjetivas. Los datos resultantes sirven de apoyo a la creación de una imagen positiva de equipo, manteniendo los aciertos deportivos y corrigiendo los errores cometidos.

Un equipo con imagen positiva se diferencia de otro con imagen negativa, en que: Es un equipo cohesionado; piensa en clave de ganador más que de perdedor; tienen reglas y normas precisas; mantiene una ética deportiva positiva; tiene una buena reputación y prestigio social, no necesariamente acompañado de éxitos deportivos y el entrenador es un reflejo de su equipo y viceversa.

Cambiar la imagen negativa a positiva de un equipo se puede hacer exteriormente (cambios en la vestimenta, las consignas y el nombre del equipo…), pero más profundo y duradero es el cambio si se hace internamente; para ello, el entrenador, deportistas, dirigentes… deben hacer un análisis exhaustivo de los factores a cambiar y la forma en que quieren hacerlo.

La evaluación de la imagen positiva de equipos a los que se quiere emular puede servir para listar los factores que se pretender conseguir y las razones para ello; porque tan importante es reconocer qué se quiere cambiar y hacia dónde; como también, reconocer el motivo. (SDP)

martes, 18 de marzo de 2008

¡LOS NIÑOS NO SON EL FUTURO!

Debemos pensar y aferrarnos a la idea de que LOS NIÑOS NO SON EL FUTURO DE UN PAÍS, SINO EL PRESENTE DE UNA REALIDAD QUE NO SE DEBE OLVIDAR; sin embargo, poca es la importancia que se le brinda a la iniciación deportiva: Antes de los 6 y/o 7 años de edad deben estar enfocados en desarrollar y consolidar su COORDINACIÓN PSICOMOTRIZ; y no debe forzarse el aprendizaje de fundamentos técnicos – tácticos complejos que requieren mayor coordinación.

Hasta los 8 y/o 9 años de edad se debe desarrollar actividades deportivas ligadas al JUEGO-RECREATIVO; es decir, divertirse, pasarla bien, disfrutar… Además por medio del juego ha de cultivarse, cautivarse y desarrollarse la COMPETITIVIDAD y DEPORTIVIDAD (no debes preguntar: ¿ganaste?; más bien debes indagar ¿te divertiste?, ¿la pasaste bien?).

Los pequeños NO deben estar PRESIONADOS en la OBTENCIÓN DE RESULTADOS; y menos aún, vincular éstos con el trato de DESAPROBACIÓN o “AJUSTICIAMIENTO” de los padres y profesores (entrenadores). Estándares internacionales refieren que a partir de los 12 ó 13 años de edad la persona puede estar sometida y afiliada a sistemas de competencia.

Los primeros años y primeras experiencias deportivas marcarán al niño de por vida, sea positiva o negativamente. En caso de ser negativa, posiblemente se generará un TRAUMA que podrá superar con el paso del tiempo; pero en otros casos, será difícil y complicada la superación total.

Los padres, al igual que los entrenadores y profesores SON ADMIRADOS Y SE CONSTITUYEN EN UN EJEMPLO A SEGUIR PARA LOS NIÑOS; por ello, deben esforzarse por mostrar un adecuado MODELO a imitar; que NO sea de violencia, desesperación, adulteración, fraude, irresponsabilidad, etc.

Estos son algunos de los muchos puntos a tocarse dentro de la iniciación deportiva… pero, además se debe tener en cuenta las siguientes pautas, dirigida a las personas vinculadas directamente a la práctica deportiva con párvulos: Realizar eventos deportivos de carácter AMISTOSO (único y exclusivo); con ADAPTACIÓN en reglas, materiales e indumentaria deportiva, acorde a la edad de los pequeños. Manejar ASERTIVAMENTE los resultados. El ganar o perder, son experiencias que tendrá que asimilar el pequeño. Enfatizar la promoción de los eventos deportivos, soslayando los resultados. Brindar importancia a la diversión y no a la búsqueda de “prestigio” a través de resultados, que genera involuntarias presiones. No olvidemos que los logros deportivos, no son fruto de la improvisación, casualidad o suerte; sino son consecuencia de labores organizadas y planificadas a mediano y largo plazo. (SDP)

viernes, 14 de marzo de 2008

PSICÓLOGO RIVERA TRABAJA MÁS DE DOS MESES CON DEPORTISTAS


Cortesia:
Publicado por Rómulo Jesús Leanderas Rodríguez

El psicólogo Franz Rivera Mansilla, tras algo más de dos meses de trabajo con los deportistas arequipeños que participarán en los XI Juegos Deportivos de la Juventud Trasandina, sostuvo que se encuentra conforme con lo realizado pero no satisfecho.“Inicié mi labor el pasado 27 de diciembre y me encontré con realidades que esperaba, como por ejemplo mucha indiferencia o desconocimiento del trabajo de un psicólogo con los deportistas porque la mayoría nos estaba acostumbrado a trabajar de manera científica, pero en este tiempo hemos podido cambiar de parecer no solo en los muchachos sino también en los entrenadores y sobre todo en los directivos, pero estoy conforme lo que hasta ahora se hace, pero no satisfecho, el trabajo no esta completo por algunas limitaciones y sobre todo por factor tiempo, creo que más antes se debió iniciar esta labor”.

Rivera mansilla sostuvo que ha tenido buena respuesta en su trabajo de algunos deportistas como los ciclistas, los judokas, basquebolistas “es complejo trabajar con mas de 200 deportistas, teniendo en cuenta que la delegación arequipeña será de 208 atletas.

Cada muchacho es una historia diferente, un caso diferente, pero en estos dos meses hemos hecho todo lo posible, hay que tener en cuenta que mi labor por factor de tiempo es de asesorar de orientar no tanto una preparación psicológica eso no se puede conseguir en dos o tres meses, eso es un proceso, en todo caso pienso que el trabajo psicológico con los chicos tiene que ser permanente durante todo el año.

Estoy seguro que nuestros deportistas llegarán tranquilos, concentrados en lo que tiene que hacer en los Juegos Trasandinos”.

lunes, 10 de marzo de 2008

“BUSCANDO LA EXCUSA PERFECTA”

Cumplía 18 años y hoy nos tocó perder, todos con la mirada perdida y la cabeza gacha entramos al vestuario a escuchar al entrenador, que al igual que nosotros sentía la incomodidad del resultado obtenido. Una vez, todos dentro del vestuario, el entrenador preguntó: ¿Hoy por qué perdimos?; a la pregunta le siguió un silencio, pero el entrenador volvió a insistir, pero esta vez con más autoridad: ¡Les estoy preguntando a todos ¿por qué perdimos?! Nadie se animaba a decir lo que pensaba, hasta que de pronto se rompió el silencio con la voz del capitán del equipo quien después de una respiración profunda, dijo su verdad: ¡Profe, a nadie le gusta perder, pero hoy perdimos por la culpa del estado del campo, era una desgracia!… por ahí, alguien más se animó y dijo: ¡sí profe, el campo una desgracia y los árbitros estaban en contra nuestra!... y luego todos, empezaron a decir sus razones, argumentos y excusas, tales como: el campo estaba mal, mis zapatos eran muy grandes, la gente de la tribuna fastidiaba, etc.… así, uno a uno, fueron saliendo diferentes y aparentes buenas razones para justificar la derrota; en tanto el entrenador escuchaba en silencio. Para nosotros, lo dicho justificaba la desafortunada tarde y el lamentable resultado; pero el entrenador dijo algunas cosas que nunca olvidaré y que desde ese día llevo presente en todo aspecto de mi vida. Mirándonos con rostro tranquilo dijo: ¿se dan cuenta de lo que me dicen?, ¡las situaciones que tuvieron que enfrentar, no las pudieron superar!; ¡me dicen que todo lo externo tiene culpa; pero, nadie dijo “Yo me equivoqué” o “yo hice mal, tal o cual cosa”!, parece que nadie es responsables de nada; todos han utilizado su mejor argumento para justificarse y sentirse más tranquilo ante la derrota, han echado la culpa a todo y nadie reconoce su propio error o equivocación. Terminó diciendo: Muchachos, nunca, pero nunca se escondan detrás de una aparente buena razón, para no asumir la responsabilidad de sus acciones, ¡asuman su responsabilidad!, no se justifiquen por no haber dado lo mejor, por no haber entrenado bien durante la semana, por no haber cuidado su alimentación u otras cosas... si siguen así, nunca aprenderán de sus errores y simplemente se justificarán… llevarán una vida mediocre… ahora, vayan a las duchas y luego a descansar. Muchas veces el deportista busca encontrar el argumento perfecto, la situación o hecho que lo lleve a JUSTIFICAR UN RESULTADO NEGATIVO, ANTE SÍ MISMO Y LOS DEMÁS. Algunos deportistas echan la culpa a todos y a todo de su desempeño deportivo y nunca ellos son responsables de nada, se vuelven expertos en buscar la excusa o justificación perfecta de su desempeño; nunca analiza, ni observa, ni aprende de sus errores. CUANDO PIERDE TODOS SON CULPABLES DE SU DERROTA Y CUANDO GANA, ÉL ES EL ÚNICO RESPONSABLE DE SU TRIUNFO. Cualquiera fuera el deporte y el deportista, nunca debiera ocultarse detrás de una buena excusa o justificación, por más buena que esta sea. El deportista debe asumir la responsabilidad de sus errores, la misma que contribuirá a hacerlo crecer como persona y deportista. Nunca busques la excusa perfecta que tranquilice tu conciencia, no te justifiques sabiendo que puedes dar más y que eres mejor que esas excusas. (SDP)

"EXPECTATIVA DEPORTIVA"

La “ex­pec­ta­ti­va de­por­ti­va” se re­fie­re al in­te­rés y al ti­po de vín­cu­lo, re­la­ción y pro­xi­mi­dad exis­ten­te en­tre el in­di­vi­duo, no de­por­tis­ta de com­pe­ten­cia, y la ac­ti­vi­dad de­por­ti­va. Exis­ten va­rias for­mas de re­la­cio­nar­se con la ac­ti­vi­dad de­por­ti­va; des­de la más fa­ná­ti­ca e irra­cio­nal, has­ta la que co­lin­da con la in­di­fe­ren­cia y la re­pul­sión. El com­pro­mi­so e in­te­rés de la per­so­na con la ac­ti­vi­dad de­por­ti­va es­tá ge­ne­ral­men­te co­rres­pon­di­da al mo­do de vin­cu­lar­se, re­la­cio­nar­se y apro­xi­mar­se al de­por­te. La “ex­pec­ta­ti­va de­por­ti­va” la po­de­mos con­si­de­rar den­tro de la si­guien­te es­ca­la va­lo­ra­ti­va re­fe­ren­cial:

RE­PUL­SIÓN: Per­so­na que re­cha­za, re­pug­na y se ale­ja de to­do aque­llo que se vin­cu­le di­rec­ta e in­di­rec­ta­men­te con la ac­ti­vi­dad de­por­ti­va. Per­so­na apa­ren­te­men­te ne­ga­da y re­ne­ga­da con la ac­ti­vi­dad de­por­ti­va; de es­ti­lo de vi­da se­den­ta­ria y que no gus­ta del de­por­te.

IN­DI­FE­REN­TE: Per­so­na apá­ti­ca, des­preo­cu­pa­da y neu­tral en su re­la­ción con el de­por­te. Ge­ne­ral­men­te es una per­so­na con es­ti­lo de vi­da se­den­ta­ria que pue­de ob­ser­var la ac­ti­vi­dad de­por­ti­va, e in­vo­lu­crar­se muy de vez en cuan­do con ella. Ig­no­ra vo­lun­ta­ria o in­vo­lun­ta­ria­men­te la im­por­tan­cia y el va­lor in­he­ren­te de la ac­ti­vi­dad de­por­ti­va.

AFI­CIO­NA­DO: Per­so­na vin­cu­la­da al de­por­te de for­ma ac­ti­va. Al­gu­na vez fue de­por­tis­ta o ac­tual­men­te es de­por­tis­ta ac­ti­vo por re­crea­ción (lú­di­co). Sue­le asis­tir a es­ce­na­rios de­por­ti­vos de vez en cuan­do. Se in­for­ma del acon­te­cer de­por­ti­vo lo­cal, na­cio­nal e in­ter­na­cio­nal. Es ge­ne­ral­men­te ad­mi­ra­dor del de­por­te en sí.
SIM­PA­TI­ZAN­TE: Per­so­na ac­ti­va y vin­cu­la­da al de­por­te y en es­pe­cial a al­gu­na dis­ci­pli­na de­por­ti­va. Asis­te fre­cuen­te­men­te a los es­ce­na­rios de­por­ti­vos, es se­gui­dor y bus­ca iden­ti­fi­car­se con al­gu­na ins­ti­tu­ción de­por­ti­va. Es­tá pen­dien­te del acon­te­cer de la dis­ci­pli­na de­por­ti­va de su pre­fe­ren­cia.

HIN­CHA: Per­so­na re­la­cio­na­da al fa­na­tis­mo y a las emo­cio­nes des­bor­da­das por el re­sul­ta­do de­por­ti­vo; apa­sio­na­dos y ob­se­sio­na­dos con una ins­ti­tu­ción de­por­ti­va es­pe­cí­fi­ca; sue­le ac­tuar irra­cio­nal­men­te. Per­so­nas con ros­tros pin­ta­dos, “ba­rras bra­vas”, ma­tan o mue­ren por su ins­ti­tu­ción de­por­ti­va o de­por­te fa­vo­ri­to.

Aho­ra te pre­gun­to: ¿Có­mo y dón­de te con­si­de­ras den­tro de la es­ca­la va­lo­ra­ti­va de “ex­pec­ta­ti­va de­por­ti­va”?, ¿có­mo y cuál es tu vín­cu­lo con la ac­ti­vi­dad de­por­ti­va?... Por tu bien­es­tar y el de tu fa­mi­lia, ami­gos u otros, es­pe­ro no es­tés iden­ti­fi­ca­do en los ex­tre­mos; pues­to que es bas­tan­te co­no­ci­do y com­pro­ba­do que la per­so­na in­di­fe­ren­te y que re­pug­na la ac­ti­vi­dad de­por­ti­va es­tá vin­cu­la­da a la vi­da se­den­ta­ria y por con­si­guien­te a ob­te­ner el “pa­que­te” de con­se­cuen­cias que ello aca­rrea. Y si es­tás ubi­ca­do den­tro del otro ex­tre­mo, es de­cir, co­mo hin­cha o fa­ná­ti­co, es­tás ten­dien­te a co­me­ter ac­tos y con­duc­tas gre­ga­rias, irra­cio­na­les, de­lic­ti­vas y/o di­so­cia­les. Ca­da quien tie­ne su mo­do, sus ra­zo­nes y ar­gu­men­tos pa­ra ubi­car­se den­tro de la “ex­pec­ta­ti­va de­por­ti­va”; sin em­bar­go, es ne­ce­sa­rio se­ña­lar que di­cha elec­ción y for­ma no de­be da­ñar a otros, o a sí mis­mos. ¡Dis­fru­ta del de­por­te sa­na y pro­duc­ti­va­men­te! (SDP).