domingo, 22 de agosto de 2010

IMCOMPRENDIDOS...


Ps. Franz Rivera Mansilla

La labor de un psicólogo en la actividad deportiva, aun sigue siendo un misterio y en muchos casos señalada como innecesaria. Han pasado muchos años desde que la actividad deportiva aparece como expresión de una sociedad en perspectiva de desarrollo y evolución; la ciencia y la tecnología se hace presente cada vez con más énfasis en la vida del ser humano, y en deporte, no es excepción.

A la fecha existe mucha resistencia al rol y aporte del profesional de la psicología deportiva, desde dirigentes, entrenadores, padres de familia e incluso los propios deportistas, entre otros; son ajenos y agentes de adversidad en el desarrollo de dicha disciplina científica (psicología deportiva). 

La sociedad avanza de la mano con la ciencia, y el deporte junto a ellos; sin embargo, aun quedan las ideas esquematizadas y las personas mentalmente detenidas en el tiempo, recordando y añorando los supuestos “años de oro” de tal o cual disciplina deportiva.

El psicólogo que ha de laborar en la actividad deportiva tendrá que abandonar el traje de etiqueta para vestir buzo y zapatillas; tendrá que abandonar el cómodo consultorio para migrar e impregnarse del sudor al borde de los campos deportivos en los diferentes escenarios destinados al deporte. 

El psicólogo deportivo tendrá que cargarse de una sobredosis de paciencia ante la incomprensión de su papel y de aquel protagonismo sutil y encubierto que ignoran insensatos y autosuficientes personajes vinculados al deporte.

Hoy en día, la acción de un psicólogo en la actividad deportiva se embarca no solo y exclusivamente en el deporte de alto rendimiento, o simplemente en el rendimiento deportivo; sino que abarca espacios de formación, orientación y asesoría estratégica para hacer del deporte un instrumento de cambio social.

El psicólogo ha de sujetar en sus hombros la bandera de la perseverancia y la estrategia de la prudencia para ir dando a conocer la importancia de su quehacer; y por sobre todo, ha de prepararse sin cesar para responder a las exigencias del rol protagónico del deporte en la sociedad (SDP).