martes, 28 de marzo de 2017

DIARIO CORREO #AREQUIPA. COLUMNA DE HOY EN OJO AL DEPORTE: "GRITAR O HABLER FUERTE"

#GRITAR O “HABLAR FUERTE”

El GRITAR es hablar levantando la voz más de lo normal para expresar enfado o desaprobación; en tanto el “HABLAR FUERTE” es expresarse en voz alta o elevarla para hacerse escuchar. La diferencia, entre uno y el otro, es la finalidad y la carga emocional. El gritar posee enojo y violencia, mientras el “hablar fuerte” es la maniobra para ser visible y generar atención.

En el deporte, el gritar es una manifestación natural del hincha, dirigente, entrenador y deportista bajo determinadas circunstancias; siendo percibida como algo “común” y aprobada en relaciones cotidianas. Los gritos se vigorizan y se motivan en la interpretación social del deporte es para “valientes”.

El “gritar” se une a la acción positiva del motivar, corregir y sintonizar con la actividad; pero ¿es un requerimiento necesario o es una trasgresión al respeto e integridad de la persona?, está es una polémica que cobija subjetividad, malinterpretación, sobreprotección y abuso de la acción.

El “grito” como única forma de manejo e influencia (estilo) dirigido a deportistas (según la edad), se confundirá en maltrato, generando distancia, malentendidos, resentimiento, sembrando desinterés, aversión, deserción e incluso indiferencia y desobediencia en su momento.

El gritar y el “hablar fuerte” deben ser estrategias de influencia, más no un estilo de dirección constante; incluso como estrategia, deben encajar en circunstancias precisas o individualizadas según las personas a quien se dirige. Ha de ser un “bisturí” en manos de un apasionado líder.

Mg. Franz Rivera Mansilla
franzrivera@hotmail.com 

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martes, 21 de marzo de 2017

CORREO AREQUIPA - OJO AL DEPORTE - "PERSPECTIVA DE POSTERGACIÓN"

PERSPECTIVA DE POSTERGACIÓN

¿Qué lugar ocupa el deporte en la vida de las personas? En lo práctico, los días transitan entre NECESIDADES y PRIORIDADES que dan forma al estilo de vida; en este ritmo de vida y quehacer diario se han acentuado desequilibrios psicológicos como el estrés, depresión, violencia y otros, con los que cada quién aprende a convivir y manejar, en mayor o menor grado, encontrando un “equilibrio” vulnerado habitualmente con las URGENCIAS y EMERGENCIAS.

En la tensión y exigencia de la época, con el afán de encontrar un estilo de existencia “saludable” florecen actividades orientadas a la DIVERSIÓN y RECREACIÓN, que de acuerdo al contexto actual, oscilan en actos sedentarios, comidas/bebidas poco saludables y justificaciones mentales para el menor esfuerzo.

El deporte surge como un hobby, para ser soporte de un estilo de vida saludable, paralelo a la moderna idea comparativa del factor competitivo, el cual insinúa un sutil mensaje avalado por el entorno: SIRVES O NO PARA EL DEPORTE (si sirves, tienes espacio y si no, ve que haces). El sedentarismo gana espacio en la mente, se hace menos deporte y el poco que se hace tiene connotación competitiva o de espectáculo.

En la escala de necesidades sociales, el deporte no tiene un lugar privilegiado, y si a ello sumamos que los gobiernos emergen de dichas realidades, solo podemos esperar “POSTERGACIONES” y la frase mejor elaborada para estos casos, “NO HAY PRESUPUESTO”; pudiendo ser un instrumento para el desarrollo social y un estilo de vida en beneficio de la salud.

Mg. Franz Rivera Mansilla

domingo, 12 de marzo de 2017

CORREO AREQUIPA. Columna OJO AL DEPORTE: DINERO PARA NIÑOS

PREMIANDO CON DINERO A NIÑOS 

Tiempo atrás, con el fin de masificar una disciplina deportiva, se hizo un evento de “promoción e identificación de talento deportivo infantil”. Los organizadores fijaron premiar a los ganadores con medallas, diplomas y MONTOS DE DINERO; pero no contaron con que muchos pequeños participarían presionados por los adultos (padres) enfocados en el dinero. El adulto es quien decide la participación del menor y quien fácilmente se motiva por dinero.

Un premio monetario con la idea de recrear y en esquema de iniciación deportiva carece de sentido; pues ENCADENAMOS la participación y el esfuerzo del niño al dinero, distorsionando y degenerando la esencia de la práctica deportiva y dicha etapa formativa; por otro lado, es innecesario exponer al niño a la “ambición” del adulto; atenuando el factor de recreación, diversión y formación.

Un buen premio inicia en valorar la participación y el esfuerzo, luego el RECONOCIMIENTO Y RESPETO del adulto; y finalmente, algún elemento que pueda apreciar significativamente, que lo motive para continuar en el deporte o que puede cubrir alguna necesidad de su formación deportiva y escolar. Alternativas pueden ser: diploma, medalla, juguete, ropa, útiles escolares, implementos deportivos, vales de alimento, entre otros.

Durante la formación deportiva se INTERIORIZA la importancia y su disfrute, se valora el esfuerzo y se desafía las capacidades para mejorarlas; pero cuando se premia con dinero, desde muy pequeños, se motiva al adulto y a veces no se logra beneficiar directamente al niño.

Mg. Franz Rivera Mansilla

domingo, 5 de marzo de 2017

DIARIO CORREO AREQUIPA - "OJO AL DEPORTE" con la ARTICULO: ASTUCIA DEL RECLAMO

ASTUCIA DEL RECLAMO

Reclamar es la acción de protestar contra algo, oponerse a un fallo; pedir y exigir algo por derecho, reivindicación o justicia. Positivo, cuando es oportuno, sobrio y consciente con fines altruistas o negativo si es manipulación orientada a perjudicar o dañar. En el deporte se dan por:

FUENTE: Del deportista hacia el juez o árbitro; del aficionado al protagonista; del deportista al dirigente y otros.

FORMA E INTENSIDAD: Del escrito (formal) a la denuncia judicial. De la llamada de atención verbal en voz baja, a la agresión física con gritos e insultos.

INTENCIÓN: En busca del favor tendencioso o caprichoso y los que quieren la verdad y el altruismo (favorecer la justicia o manipular la misma).

MOMENTO Y LUGAR: Antes, durante y después de la competencia o entrenamiento. Fuera o dentro de los escenarios.

La crisis deportiva en el Perú genera un “CÍRCULO VICIOSO” propio de una “cultura del reclamo”; dependiente del inestable nivel deportivo; manifiesto en la intolerancia y la conducta gregaria; amparados en la polémica, donde todos opinan y buscan tener la razón; fortalecido en “no reclamar es de tontos y sometidos”. El reclamar es un “derecho”; pero aunado a riesgos económicos con intereses personales e institucionales, puede ser un instrumento de manipulación y justificación.

La astucia (viveza) reclama con o sin razón, buscando desestabilizar emocionalmente (trabajando a la “boquilla”), tratando de tener la razón y victimizándose frente a los hechos. En otras sociedades, es una conducta incorrecta y una burla a la autoridad, en consecuencia pocas veces se da.

La acción de reclamar genera descarga o sobrecarga de energía nerviosa, distrae, tensiona las relaciones e incrementa el chisme y la polémica, según las circunstancias y personas; pero ¿Cuándo suma o resta la “astucia” del reclamo?

Mg. Franz Rivera Mansilla