domingo, 30 de octubre de 2011

DISCIPLINA VS. RESULTADOS

Ps. Franz Rivera Mansilla

¿Qué es más importante, la disciplina (en el amplio sentido de la palabra) o los resultados deportivos?... esta es una disyuntiva recurrente en entrenadores y dirigentes deportivos.

Deportistas que van en contra de normas y reglamentos internos de instituciones, siempre han existido, pero paralelo a ello, también debiera existir sanciones ejemplares que marquen precedentes al manejo de futuras indisciplinas.

El deportista autosuficiente, engreído, que se considera insustituible y superior a todos, siempre estará tendiente a la indisciplina y con él (como líder) un grupo de deportistas entre jóvenes y otros no tan jóvenes.
La indisciplina debe de tener un procedimiento de sanción escalonada, conocido por todos y efectivos cuando la situación lo amerite.

Ante una indisciplina se estila, en primera instancia llamar la atención verbal o por escrito, según sea el caso, dando así una nueva oportunidad al deportista; si se produjese una reincidencia estará sometido a una sanción económica, suspensión y en muchos casos la expulsión de la institución. La combinación inteligente y estratégica de éstas, ha de ser la dosis ideal para el manejo de la indisciplina.

El deportista con reiterada indisciplina estará sujeto al cuestionamiento de su educación, formación, sensatez e inteligencia o sobrevaloración de sus capacidades, ideas de ser indispensable, complejo de superioridad, entorno social y sociedad.

Con una disciplina frágil o aparente, la obtención de resultados deportivos es incierto; en tanto con una disciplina firme, estratégica y coherente no aseguramos resultados deportivos, pero si la calidad de buenos deportistas y a su vez buenas personas, ejemplos a imitar por niños y jóvenes.

Los resultados van junto a la disciplina, pero a veces no hay relación entre ellos. Los resultados engloban muchos factores; mientras la disciplina encierra superación.

La firmeza de la sanción o la alcahuetería de la indisciplina estarán en manos del entrenador y dirigente, en una responsabilidad compartida y coordinada (SDP).