
Se va el
2019, muchos dirán, un año que marcó la historia y un punto de “quiebre” en el
desarrollo deportivo de un país como el nuestro. Quedará en la memoria del
aficionado al deporte los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019;
para los simpatizantes del fútbol y tras 44 años de ausencia en finales, deja
una “huella emocional” la final de la Copa América frente a Brasil. Y para los
amantes de los “fierros y la velocidad” va el Rally Dakar. A los “hincha”
arequipeño del FBC Melgar, va la presencia internacional más exitosa de su
historia institucional.
El 2019,
por declaración del premier Vicente Zevallos, es evidente que está más cerca la
creación de un Ministerio de Infraestructura antes que uno del Deporte, postergando
una nueva perspectiva de desarrollo deportivo; mientras que el “legado” Lima
2019 (infraestructura), será administrado por el Ministerio de Comercio
Exterior y Turismo, dejando de lado al Ministerio de Educación que tiene
adscrito al Instituto Peruano del Deporte. Fin de año entre polémicas de una
“copa reclamo” (Copa Perú) y el retiro de 147 atletas del Programa de Apoyo al
Deportista.
El 2020 inicia
con esperanza que significa renovar objetivos y asumir nuevos retos; donde el deporte
de formación, recreación y promoción tenga un espacio de inversión y desarrollo
al igual que el deporte de “espectáculo” (rendimiento). La sociedad debe
disfrutar del deporte como en el 2019, pero no solo desde las tribunas o los medios
de comunicación, sino acercándose a la experiencia y el hábito saludable.
Mg.
Franz Rivera Mansilla
Psicólogo Deportivo