domingo, 29 de junio de 2008

¡EL ANIMAL MÁS FUERTE!

Psicólogo Franz Rivera Mansilla

Jorge, el técnico, reflexionaba con un grupo de jóvenes deportistas antes de un encuentro complicado; estos permanecían atentos y perplejos ante los argumentos contundentes... Decía: ¿Cuál es el animal más fuerte de la selva?, ¿será el elefante, el rinoceronte o tal vez el cocodrilo? ¡Ah… el “rey de la selva”, me olvidaba de mencionarlo!, este es precisamente el más fuerte; ¿Y alguien me podría decir por qué?... Se animaron a contestar: ¡Por su ferocidad!, ¡Por su fuerza brutal!...

Continúo Jorge: No, no es acertado, el LEÓN es el animal más fuerte; porque emplea la misma fuerza al momento de cazar una cebra adulta que cuando caza un pequeño conejo. El LEÓN es el “rey de la selva”, porque su fuerza no la dosifica, la expide de manera contundente, siempre igual, jamás subestima a nadie…

El equipo al que se enfrentaban, era el “colero” del torneo – ultimo en la tabla de puntaje – y el técnico quería asegurarse de que sus equidistas se brindarán al máximo, sin subestimar al rival. Ellos tenían que ser como el león, atacar con todas sus fuerzas, sin dar tregua, ni espacio, ni respiro.

El equipo no debía funcionar bien solamente ante los grandes, sino también ante los pequeños. En cuántas oportunidades no han caído los favoritos, cuántos encuentros se han inclinado aparentemente al más débil, por este EFECTO DE LA SUBESTIMACIÓN DEL RIVAL, por mirarlo sobre el hombro, por considerarse ganador antes de haber jugado, por soberbia, por falta de objetividad u otras razones consecuentes.

Un equipo con exceso de confianza puede pasar por el apremio de perder un encuentro que aparentemente ya lo daba por ganado; porque el deporte es así, a veces imprevisible y sumamente cambiante. Todos los encuentros no son iguales, todos los rivales no son iguales y todos los momentos emocionales de los equipos, tampoco son iguales.

El león, en este caso, es el referente para aquellos que, habiendo logrado algo, sepan que el esfuerzo no es de un día, ni de una semana… es de siempre, y el grado de esfuerzo y constancia que hay que poner cada vez que se quiere lograr con éxito un objetivo debe ser equivalente y contundente.

Para el deportista y para el equipo ganador, no debiera haber diferencia entre los grandes o pequeños, este deberá salir a la competencia disfrazado de león, aplicando la misma ferocidad y energía en ganar un encuentro.

Además, cualquier persona, deportista o no, debiera estar dispuesto a sacar ese león que todos llevamos dentro, para dar caza y alcance a nuestros objetivos. Siempre vivamos un momento de reflexión y tranquilidad, tomemos un espacio, un respiro, una pausa para buscar, renovar o alimentar nuestra fuerza interna; la energía luchadora que tendremos que utilizar hoy, mañana y siempre. (SDP)

“MOMENTOS DEPORTIVOS”

Psicólogo Franz Rivera Mansilla

A la pregunta: ¿Qué significado tiene el deporte en tú vida?; le sobrevienen varias respuestas tentativas, tales como: Hago deporte para divertirme, la paso bien haciendo deporte con mis amigos, deseo conseguir logros y reconocimiento a través del deporte, quiero ganar dinero, me ayuda estar bien de salud, prevengo enfermedades, realizo deporte para verme bien estéticamente, me gusta dar y enseñar deporte, dirigir una institución deportiva es un reto…

Cualquiera fuera la respuesta a la pregunta ¿Qué significado tiene el deporte en tú vida? Siempre intentemos reconocer dentro de nuestra afirmación algún aspecto positivo, involucrando superación personal.

El deporte brinda diferentes momentos en la vida del ser humano; momentos comprendidos en roles y acciones, algunas veces relacionados entre sí, en un mismo espacio temporal:

- PRIMERO, el deporte como Actividad Recreativa, contribuye a sentirse bien de salud u otros objetivos a fines. Relacionado con el estilo de vida para toda la vida. Se disfruta de la esencia del deporte, como sinónimo de “pasarla bien” o simplemente divertirse.

- SEGUNDO, el deporte como actividad competitiva se direcciona en busca de resultados deportivos a corto, mediano y largo plazo. Se vive intensamente los resultados de la energía y el esfuerzo invertido para logros y triunfos. La etapa competitiva, es única y especial, en relación a las demás, puesto que la “forma deportiva” lograda a través de los entrenamientos está sometida e influida al paso de los años (edad). “Aprovecha y disfruta de tú momento, que no volverá a repetirse”

- TERCERO, el deporte como Actividad Pedagógica, empleada por el profesor de educación física, entrenador, director técnico u otro relacionado. Generalmente existe una intensión clara de verter enseñanza en base a vivencias propias y conocimientos estudiados (capacitación).

- CUARTO, el deporte como Actividad Administrativa, comprendida dentro de la gestión, administración y decisión dentro de entidades u organizaciones vinculadas al deporte. Labor dirigencial orientada a mejorar la calidad deportiva institucional.

- QUINTO, el deporte como Actividad Altruista, dirigida a mejorar la actividad deportiva a través de aportes tangibles e intangibles, figurados o realizados anónimamente (nadie sabe la procedencia). Existen personas e instituciones que brindan apoyo incondicional en bien del deporte; sin embargo, son cada vez menos.

Cada “momento deportivo” tiene sus características y vivencias particulares. Ejemplo: “Circulo de niño – adulto – niño”. Primero como niño simpatizante que disfruta del deporte, motivado por el padre; luego (en algunos casos) como deportista dedicado a la competencia; posteriormente, vinculado al deporte como pedagogo o dirigente; finalmente, como simpatizante altruista del deporte que orienta y motiva la práctica deportiva, a sus hijos y demás personas.

Lo importante de cada “momento deportivo” es vivirlo y disfrutarlo intensamente. (SDP)

domingo, 15 de junio de 2008

DEPORTE DE ALTO RENDIMIENTO


Psicologo Franz Rivera Mansilla

La actividad deportiva a nivel mundial ha ido evolucionando paulatinamente desde Grecia antigua hasta nuestros tiempos. Inicialmente el deporte obedecía a criterios y acciones de carácter espontáneo, poniendo en juego las actitudes físicas y psíquicas de las personas que lo practicaban, sin interesarse por los fenómenos colaterales ocurrentes. En la actualidad, el deporte se rige bajo parámetros de la ciencia moderna; entre los cuales podemos señalar la fisiología, biología, biomecánica, nutrición, psicología, sociología, entre otros…

En el Perú, hoy en día sería “IDEAL” que el deporte y el deportista de alto rendimiento pueda fusionarse entre varios ámbitos de preparación, tales como: La PREPARACIÓN NUTRICIONAL, el cual es eje de las demás preparaciones, ya que un deportista “mal nutrido” probablemente no pueda desarrollar al máximo sus capacidades; el alimento es “combustible” para el ser humano. En tanto, la PREPARACIÓN FÍSICA, TÉCNICA Y TÁCTICA son conocidas y desarrolladas “intensamente” en nuestros días. Mientras, la PREPARACIÓN PSICOLÓGICA ha de contribuir en la formación del carácter deportivo y potenciar sistemáticamente las capacidades psicológicas de los individuos; el factor psicológico es también “combustible” para el ser humano y actualmente esta soslayada e incomprendida en el Perú. La PREPARACIÓN TEÓRICA es ignorada, pero debe ser entendida por la investigación y asimilación de la información correspondiente a la disciplina deportiva (teorías). Finalmente tenemos la PREPARACIÓN ESPIRITUAL que esta relacionada al desarrollo ético-moral de la persona y deportista a la vez; en bien de si mismo, de su disciplina deportiva y de su sociedad… Los ámbitos en la preparación deportiva INTERACTÚAN, COMPLEMENTAN Y DEPENDEN ENTRE SI.

Siempre es anhelado tener deportistas de alto rendimiento con resultados positivos a nivel internacional; pero más anhelado debería ser tener DEPORTISTAS DE ALTO RENDIMIENTO CON CALIDAD HUMANA; es decir, personas de bien, para bien… pero el apoyo que se les brinda a estos es mínimo y las exigencias y expectativas cifradas en ellos son las máximas (altísimas), al igual que su inversión financiera (dinero), de tiempo y esfuerzo.

La improvisación en el deporte probablemente brinde escasos resultados positivos; sin embargo éstos, reconfortan a una sociedad, y es porque contribuyen a desarrollar una mejor AUTOESTIMA E IDENTIDAD SOCIAL. ¡Una razón más, entre muchas, para apoyar al deporte! (SDP)

“ESCUELA DE EMOCIONES”


Psicólogo Franz Rivera Mansilla

Soy Julio y tengo 64 años de edad. En la vida he tenido muchas experiencias que generaron en mí, intensas emociones; por ejemplo, el nacimiento de Felipe, mi primer hijo y la intensa alegría que sentí; o la emoción de felicidad que experimente cuando me ascendieron en el trabajo y luego pude comprar la casa que siempre quise. Los momentos inolvidables en la vida siempre van acompañados de emociones intensas que imprimen un recuerdo solido en nuestra mente.

También recuerdo emociones intensas, contrarias a lo agradable, como el gran susto que tuve en el terremoto, o la intensa tristeza cuando me entere que había fallecido mi madre, o también la cólera que viví por la injusticia de los beneficios sociales recortados en mí jubilación…

Las emociones intensas, agradables y desagradables, buenas o malas, se experimentan durante toda la vida, pueden ser o no distantes en el tiempo, dependiendo de las circunstancias; sin embargo, existe un ámbito de la existencia humana que puede generar bastantes emociones intensas en tan poco tiempo… me refiero al deporte.

Todo deporte es “emocionante” y más cuando estas involucrado, identificado o vinculado a los protagonistas; pero cada vez que pienso en futbol, pienso en “la escuela de emociones” que me dio la vida; pues sentado en un estadio he vivido tantas emociones intensas, incomparables e incontrastables en tan cortos periodos de tiempo.

En ningún ámbito de la vida puedes tener tantas, intensas y variadas emociones en tan poco tiempo; recuerdo que mi equipo ganaba 1 a 0 y estaba contento, pero al minuto de estar ganando, nos empatan en una jugada tonta, y pase de la felicidad al miedo, pero fue peor cuando nos hicieron el 2 a 1, y el miedo que tenia se torno en enojo y frustración. En el segundo tiempo, a los 30 minutos, pudimos empatar y me regreso la tranquilidad teñida de frustración. Faltaba 5 minutos para el final y nos pusimos delante en el marcador, salte de mi lugar, gritando de felicidad, pero mi alegría se volvió en miedo cuando casi nos vuelven a empatar; mientras la angustia se apode de mí, por cada instante que faltaba y el júbilo me embargo cuando escuche el pitazo final.

Antes disfrutaba el deporte, sentado en un estadio, gritando, insultando, agrediendo a los rivales, lanzando lo que tuviera en la mano, sin importarme quien estuviera al lado mío, quien me viera o escuchara, como dicen “vivía el deporte”; pero he aprendido en esta “escuela de emociones”, a ser más controlado de mi mismo, equilibrado, dentro y fuera de un estadio, he aprendido la importancia del buen ejemplo a los niños que van a un escenario deportivo, el respeto por las damas y todos quienes son parte del espectáculo deportivo.

Disfruto mi deporte, aplaudiendo, apoyando y respaldando a mi equipo y claro, de rato en rato, silbando en manifestación de inconformidad, pero me he dado cuenta que tengo que brindar el mejor ejemplo de respeto para los niños que me ven y me escuchan… aprendí a controlarme a mí mismo dentro de un estadio, sin dejar de disfrutar, y ahora lo aplico fuera del mismo. (SDP)

domingo, 8 de junio de 2008

LOS PADRES PROBLEMATICOS EN EL DEPORTE


Psicólogo Franz Rivera Mansilla

¡Sentado en la gradería de un escenario deportivo!... ¡Observando una competencia entre equipos de categoría infantil!… Fui testigo de GRITOS, ALARIDOS E INSULTOS DE IRACUNDOS PADRES QUE QUERÍAN Y PEDÍAN LA VICTORIA A SUS PEQUEÑOS HIJOS. Era inevitable ser indiferente a tan bochornoso espectáculo, pero recordé que la mayoría de padres siempre desean lo mejor para sus hijos en todos los aspectos de la vida, y donde el deporte no es la excepción; sin embargo, la preocupación, presión y exigencia excesiva por los logros deportivos pueden tener una INFLUENCIA NEGATIVA sobre la práctica deportiva. Existen cinco tipos de padres que pueden empeorar involuntariamente la calidad de la experiencia deportiva de sus vástagos:

§ PADRES ENTRENADORES AUXILIARES: Acostumbran conocer el deporte que practican sus hijos. A veces, contradicen las instrucciones del entrenador y debido a que el pequeño está pendiente de sus indicaciones y reacciones, desorganizan el juego del equipo. Este tipo de progenitores también dan a conocer sus opiniones “negativas” a otros padres o directivos en momentos y lugares que no son los más adecuados y propicios (inoportuno e imprudente).

§ PADRES VOCIFERANTES: Suelen colocarse junto al banquillo, a lado de los suplentes; actúan como si fuera una competición profesional, gritando o insultando a los árbitros, jugadores y entrenadores rivales; incluso a veces a miembros del propio equipo. En general son impacientes, escuchan poco a los demás y están escasamente predispuestos a cambiar su comportamiento (terco y violento).

§ PADRES HIPERCRÍTICOS: Tienen generalmente expectativas y objetivos poco realistas respecto a la progresión deportiva de sus hijos. Son muy exigentes con la actuación deportiva de sus vástagos y casi nunca están satisfechos. Motivan poco y critican a menudo; constituyendo una causa de estrés para los deportistas.

§ PADRES DESINTERESADOS: Son los que no reconocen el valor del deporte en la educación de sus hijos; se caracterizan por no asistir nunca a los entrenamientos y competiciones; además de no interesarse de los progresos deportivos de sus niños (indiferente y “super-ocupado”).

§ PADRES SOBREPROTECTORES: Son aquellos exageradamente cautelosos con los riesgos que conlleva el deporte que practican sus retoños. Hacen comentarios angustiados sobre algunas jugadas o movimientos, y amenazan frecuentemente con sacar a sus hijos de la institución deportiva (mimador e inseguro).

Ahora pregunto: ¿QUÉ TIPO DE PADRE ERES O QUIERES SER?... Algunas características del MODELO IDEAL DE PADRES vinculados a la actividad deportiva están en aquellos que aceptan y respetan el rol del entrenador; ayudan a los pequeños a tomar sus propias decisiones; aceptan los éxitos y fracasos de sus vástagos, preocupándose que la pasen bien y jueguen cada vez mejor (el apoyo familiar proporciona autoconfianza para intentar nuevos retos); no ignoran la práctica deportiva ni están excesivamente implicados en ella; son un modelo de autocontrol y vida activa; buscan calidad educativa de la institución deportiva (entrenadores y directivos) y además ayudan en las tareas logísticas u otras de la institución. ¡TU ELIGES QUIEN SER! (SDP)

ASESORAMIENTO PSICOLÓGICO EN EL DEPORTE INFANTIL

Psicólogo Franz Rivera Mansilla
Los psicólogos deportivos han de comprometerse en la labor de proporcionar recomendaciones para todos los implicados en el Deporte Infantil; como las que se enumeran a continuación, siguiendo trabajos de Cruz (1994), Gordillo (1992) y Weiss (1993).
1. Los organizadores de competiciones deportivas deberían modificar el reglamento de algunos deportes y hacer un seguimiento de los niños y adolescentes a lo largo de las diferentes fases de su carrera deportiva. Los estudiosos del deporte deberían analizar más cualitativamente las razones que dan, para seguir practicando o para abandonar el deporte (los itinerarios deportivos no pueden reducirse a etapas de “práctica deportiva” y etapas de “abandono deportivo”).
2. Todos los adultos implicados en la organización de competiciones deportivos para niños/as deben garantizar que éstos tengan interacciones positivas con los entrenadores, padres y compañeros. Los entrenadores y padres, especialmente, deben ser conscientes del papel que juegan en la futura participación deportiva de los niños y, por tanto, deben desarrollar un estilo de comunicación que favorezca la autoestima y la competencia.

3. Los entrenadores deben impulsar la motivación intrínseca y la diversión con objetivos adaptados al nivel del deportista. Han de proporcionar oportunidades para satisfacer las diferentes razones por las que los niños practican deportes, lo cual influye en la motivación para seguir haciéndolo o para abandonarlo temporal o definitivamente. Deben ser capaces de identificar a quien infravalora su rendimiento, por ser los más susceptibles al abandono deportivo.

4. Los padres deben mostrar una dedicación adecuada, interesándose por las experiencias deportivas de sus hijos/as, aceptando sus éxitos y fracasos y procurando no interferir en las funciones del entrenador.
5. El psicólogo del Deporte en la iniciación deportiva debe llevar a cabo fundamentalmente un trabajo de formación y asesoramiento a entrenadores y padres, y también puede enseñar a los niños diferentes técnicas psicológicas (establecimiento de objetivos, relajación, práctica imaginada o visualización...) para aumentar su rendimiento y mejorar su desarrollo personal por medio del Deporte.

En resumen, podemos decir que el Psicólogo Deportivo puede proporcionar a todos los adultos implicados en el deporte infantil y juvenil un programa de asesoramiento para que éstos colaboren con el entrenador, a fin de que la práctica deportiva sea un instrumento educativo y satisfactorio para los jugadores.

Aunque se han realizado notables avances en el estudio de la iniciación deportiva en las últimas décadas, se necesitan todavía más estudios empíricos para determinar los efectos de la participación deportiva en el desarrollo psicosocial de los niños/as y, sobretodo, estudios basados en intervenciones, para determinar cuáles son las conductas de los entrenadores, padres y organizadores de competiciones deportivas que mejoran las destrezas físicas, la confianza, la autoestima y la motivación de diferentes grupos de deportistas. (SDP)

domingo, 1 de junio de 2008

¡QUIERO GANARLO TODO!

Psicólogo Franz Rivera Mansilla


Tenía 15 años y junto a mí entrenador José Manuel, recuerdo que planificábamos el calendario deportivo anual, y siempre escuchaba, por parte de mí entrenador, dos palabras preferidas y listas para juzgar una competencia deportiva: (1) “es importante” o (2) “no nos sirve para nada”… así fui aprendiendo a dosificar el esfuerzo y la fuerza en las diferentes competencias que me tocaba participar.

Algunas veces salía confiado de mi “superioridad” y otras veces dudoso de mis capacidades, y cuando llegaba las competencias “principales” no me sentía del todo listo para asumir la responsabilidad. Cada vez que el torneo no era “importante” y me veía en dificultades, tenía que aplicarme al máximo para sacar un resultado positivo, algunas veces revertía la situación pero otras veces perdía, al final pensaba: “debí darlo todo desde el inicio, debí buscar la victoria desde un comienzo”… mientras el entrenador, tranquilo expresaba: “ya pasó, lo importante recién viene”


Cumplí 17 años y tuve un nuevo entrenador llamado Constancio, diferente a los anteriores; en la primera conversación trazamos objetivos y recuerdo que para él no había torneo poco o nada importante, pues todo era importante en el camino de la búsqueda de un objetivo trazado. Siempre me pedía y exigía brindarme al máximo, sea cual fuera la competencia, momento o rival. Me decía: “hoy tienes que darlo todo, piensa que mañana será otro día diferente a éste y no tendrás la oportunidad que tienes hoy para mejorar…”


Ese año tuve el mejor rendimiento en mí corta carrera deportiva. Aprendí a darlo todo en el campo de juego, siempre en busca de la victoria, me acostumbre a dar y buscar el mejor rendimiento. Tuve una “mentalidad ganadora” y quería ganarlo todo; aunque muchas veces no lo conseguía, mi tranquilidad era haber hecho todo lo posible para ganar. La enseñanza de aquel entrenador lo llevo aún en el corazón…


Si queremos entender al deportista que se rinden fácilmente ante la adversidad, que deja de luchar en momentos difíciles, conformista con las derrotas, displicente ante un rival o competencia; entonces contemplemos al deportista en relación a su entrenador actual y anterior, además de dirigentes y familiares; así comprenderemos muchas cosas.

El deportista exitoso casi siempre lo desea ganar todo, desde entrenamientos a competencias, desde pequeños eventos hasta torneos nacionales e internacionales; en tanto, en el Perú, muchas veces el deportista es asesorado por entrenadores, familia y dirigentes para asumir determinadas competencias como importantes o no importantes.

Si se desea tener deportistas con “mentalidad ganadora”, que se brinden total y absolutamente al límite de sus capacidades dentro y fuera del país, sea cual fuera el evento deportivo, tendremos que promover entrenadores con la misma “mentalidad ganadora” y obviamente, dirigentes que aspiren a lo mismo.


La competencia deportiva debe ser asumida como un desafío o un reto en perspectiva a mejorar, donde brindemos todo nuestro esfuerzo para lograr un objetivo a corto, mediano y largo plazo… por eso pensaré ¡QUIERO GANARLO TODO! y ¡HOY TRIUNFARE!(SDP)

EVIDENCIA: “VACIÓ DEPORTIVO”

Psicólogo Franz Rivera Mansilla

¡Aviso Importante!... ¡LOS NIÑOS NO SON EL FUTURO DE UN PAIS, SINO EL PRESENTE DE UNA REALIDAD QUE NO SE DEBE OLVIDAR!... ¿Por qué pretendemos enseñar sistemas técnicos – tácticos a niños que aún no han consolidado su psicomotricidad?, ¿Por qué exponemos a competir y exigimos y presionamos sin querer o queriendo a niños que no tienen completa coordinación en los movimiento de sus cuerpos?, ¿Por qué olvidamos que el niño deben divertirse, jugar, pasarla bien, esforzarse, mejorar sus destrezas, etc. antes de competir y buscar resultados?, ¿Sabemos que importante es el movimiento coordinado y dirigido en el ser humano?...

Existe la ESTIMULACIÓN PRE-NATAL del ser humano estando aún en el vientre de su madre, luego la ESTIMULACIÓN TEMPRANA de 0 a 3 años; después son los PROGRAMAS ESCOLARIZADOS de educación inicial (3 a 5 años), educación primaria, secundaria, universidad, etc.; sin embargo, es evidente que nuestra sociedad se esfuerza por entrenar a la persona intelectualmente (aprender lenguaje, historia, matemáticas, etc.), lo cual es importante; pero olvida, por lo general a partir del sistema escolarizado primario, que el ser humano ha nacido y está diseñado para moverse. ENTRENAMOS INTELIGENCIAS Y REZAGAMOS EL MOVIMIENTO, ¡Esa es la historia en nuestros días!... ¿Así habrá equilibrio en el ser humano?, ¿Podrá alcanzar salud integral?, ¿Serán buenos deportistas?... ¡Así es poco probable!

Cuando alguien termina sus estudios secundarios y desea ingresar a la universidad, se encuentra con un “vació académico” que es cubierto por los centros pre – universitarios; de igual manera sucede con la actividad deportiva; cuando el niño culmina la etapa de la estimulación temprana y educación inicial, es sumergido al mundo de la “intelectualidad”, muchas veces dejando de lado la CONSOLIDACIÓN DE SU PSICOMOTRICIDAD, el mismo que es base para el aprendizaje y desarrollo eficiente de las disciplinas deportivas. El “VACIÓ DEPORTIVO” se evidencia entre la educación inicial y el aprendizaje de la disciplina deportiva, el mismo que podemos llamarla: INICIACIÓN Y VOCACIÓN DEPORTIVA.

Siempre se ha dicho que los niños son el futuro de una sociedad; pero qué futuro será aquel que no se atiende y construye en el presente. Las autoridades priorizan las obras, pero “NO TODO ES FIERRO Y CEMENTO” en la sociedad. Impulsar e implementar el CENTRO ESPECIALIZADO DE INICIACIÓN DEPORTIVA (CEID) puede ser una alternativa importante en la atención integral de nuestros niños. El niño es competitivo, el adulto es quien lo presiona; el niño se divierte, el adulto exige resultados; el niño admira al adulto, el adulto “maltrata al niño”. ¡¿PENSEMOS QUE ESTAMOS HACIENDO HOY POR NUESTROS NIÑOS?! (SDP)