Previa pandemia, la realidad dice que el 80% de peruanos abandonaba su membresía en los primeros 3 meses, generalmente en 70% por falta de tiempo y motivación; donde el peruano promedio busca el gimnasio para mejorar la calidad de vida (bajar de peso) y reducir el estrés, refería Alicia Vivanco G., cofundadora de Fitness Pass (06/2019, D. Gestión). En tiempos de pandemia, Arequipa tendrá un 15% de gimnasios que cerrarán por “quiebra”, cambiando de rubro y otros están pasando duros momentos según dijo Víctor Condori D., miembro de la directiva de la nueva Asociación de Gimnasios de Arequipa (07/2020, D. Sin Fronteras).
Antes de la pandemia, los gimnasios fueron un espacio más de colaboración en la salud mental comunitaria, al margen de las diferencias en fines y objetivos de cada quién; pero la falta de voluntad, la búsqueda del menor esfuerzo, el aburrimiento, las prioridades y “mil” escusas que siempre sobran; impulsan a las personas a alejarse, abandonar y retomar “cíclicamente” sus rutinas en el gimnasio. La nueva normalidad dicta estrictos protocolos de bioseguridad con 30% de aforo, cita previa, distanciamiento físico entre deportistas y máquinas, higiene, controles y demás requerimientos; por otro lado, los gimnasios tendrán que lidiar con fenómenos psicológicos y sociales propios del “encierro” y post-cuarentena.
En tiempos de pandemia: pocos conservaron sus hábitos deportivos en casa, otros llegaron al deporte por casualidad u obligación, muchos marcaron sus hábitos de inactividad (sedentarismo) y un menor grupo, se las “ingeniaron”, para desacatar la norma y hacer deporte. El factor psicológico está cambiando, y genera nueva retos a los gimnasios, la desconfianza ha crecido y el miedo se ha instalado, pero hábitos endebles de nuevos deportistas, la necesidad de ejercitarse y la motivación, viene subiendo. En esta incertidumbre recordemos a Carl Lewis: “si no tienes confianza, siempre encontrarás una forma de no ganar”.
Mg. Franz Rivera Mansilla
Psicólogo Deportivo
@franz.riveramansilla
