Olimpiadas Tokio 2020, el deportista británico, medalla de oro en clavados sincronizados 10m., Tom Daley es captado tejiendo, durante la final de clavados. En el deporte, en ocasiones la realidad suele ser muy “dura” para el deportista, una realidad de la cual quisiera “desaparecer” o simplemente evitarla. La “desconexión” es un procedimiento sencillo y común en diversas situaciones; es un cambio de atención que los deportistas usan involuntariamente, intentando evitar una realidad que puede “traumatizarlos”, trasladándose real o imaginariamente a un medio agradable y ameno; ayuda a descansar o evitar la influencia negativa de imágenes e ideas fijas.
Programar irse mental y/o corporalmente a algún asunto interesante es útil; situación que debe buscarse y seleccionarse con anticipación y tenerse consigo, como la compañía de un libro, revista, música, relato humorístico u otro. En proceso de entrenamiento aportan los paseos, juegos virtuales o recreativos; hay quienes prefieren tocar un instrumento musical u otro quehacer. La “desconexión irresponsable” atenta contra el rendimiento deportivo y genera preocupación en entrenadores y dirigentes (fiestas, licor, etc.). Los entrenadores deberían motivar que cada deportista tenga consigo 2 libros, uno para entrenamientos y otro para competencias; éstos desempeñarían de forma perfecta la función de cambio de atención; además de sumar a la educación y cultura. Muchos deportistas experimentados no se separan de un libro en período de competencia; donde las esperas son “duras” y el libro permite suavizarlas, cualquier pausa se llena con lectura, permitiendo alejarse de la situación estresante.
La adecuada y eficiente “desconexión”, correctamente organizada y oportuna, según características particulares del deporte y deportista, establece a menudo un buen resultado del período de entrenamiento y competencia. “El estado de tu vida no es más que un reflejo del estado de tu mente” (Wayne Dyer)
Mg. Franz Rivera Mansilla
Psicólogo Deportivo
@franz.riveramansilla
