Posible dialogo interno de un “deportista aficionado” que rompe la norma (cuarentena): “¿Podré salir a hacer un poco de deporte para distraerme?, ¡pero hay cuarentena!; y ¿si voy solo un ratito?, ¡pero la policía me puede detener!; y ¿si salgo con amigos o familia para relajarnos y hacer grupo?, Arequipa es grande, y si nos detienen, que nos detengan a todos, luego nos sueltan; además estamos sanos, el deporte es salud y solo será un ratito, igual nadie respeta la cuarentena, no pasa nada…” éste puede ser un diálogo interno que se acerca a los argumentos mentales de quiénes son detenidos, y quiénes libran de ello, rompiendo la norma para la práctica deportiva.
Arequipa, habiendo pasado los 160 días de cuarentena, compagina la teoría del autoengaño para justificar una conducta, la cual se mezcla con necesidades y se confabula con la “cultura del vivo”, pero ¿por qué nos engañamos a nosotros mismos? En 1957 el psicólogo Leon Festinger, entregó el postulado de la “disonancia cognitiva”, siendo la incomodidad que se produce cuando existen 2 ideas que se contradicen o cuando lo que pensamos y creemos se contradice con nuestros actos; y es así como nace el espacio o se encaja la “justificación” mental para reducir o eliminar la incomodidad interna.
Aspecto importante: La fragilidad de estrategias, programas y alternativas de actores sociales que orienten y eduquen la actividad física deportiva en aislamiento social; sumada a la “justificación” exacta, la “cultura del vivo” y la resistencia al cambio de hábitos y costumbres; se van fortaleciendo actitudes y conductas en la “tentación” de romper la norma. El “deporte” es importante, pero ¿será solo para decirlo o verlo? o ¿también será para enseñarlo y practicarlo? Festinger decía que “la gente tiende a evaluarse comparándose con otras personas” y tú ¿Ya te comparaste con otros?, ¿Si los demás lo hacen, tú también lo harías?
Mg. Franz Rivera Mansilla
Psicólogo Deportivo@franz.riveramansilla
