El MITO es la historia imaginaria que altera las verdaderas cualidades de una persona, cosa o circuntancia y les da mayor valor del que tienen en realidad; y el deporte no es ajeno a ellos.
MITO: “LA INDISCIPLINA SE ELIMINA CON CASTIGO”. Cada vez que un entrenador o dirigente ha tenido que corregir o sancionar inconductas / indisciplinas, ve que la tarea no es tan sencilla; incluso, existiendo un reglamento institucional o moral, el castigo muchas veces no “endereza” actitudes y comportamientos negativos; entonces ¿cómo manejar las inconductas e indisciplinas de quiénes son reincidentes, talentosos pero tendientes al “error”? El punto de partida es ubicar la etapa de desarrollo deportivo de quién rompe la norma, pues es diferente tratar a un deportista en formación que a uno “consolidado” en hábitos y costumbres, a un niño de un adulto; luego debe evaluarse la gravedad de la falta y darse una sanción estratégica cuyo esquema sea personalizado, creativo y que contemple varias aristas; pero ¿por qué será que el deporte es condescendiente con la indisciplina?, ¿quizá sea su valor “recreativo e informal” que lo vulnera, minimizando la corrección?
El fútbol visibiliza una fuente de “referentes sociales” que llegan a ser idolatrados o modelos a imitar; pero ¿cuántas indisciplinas e inconductas aún se seguirán cometiendo?, ¿cuántas veces más la historia se repetirá, trascenderá a otro, pasando de generación en generación?, ¿cuándo se generará un sistema de sanciones coherente y equitativo que vea el aspecto fortuito, reincidente o “primerizo”? Los errores o equivocaciones son parte del desarrollo humano y deportivo, pero las reincidencias generan ideas que cuestionan las sanciones o el escaso aprendizaje de los errores; la indisciplina siempre genera “círculos viciosos” de otras indisciplinas. Errar es humano, pero el desinterés de enmendarse es un tributo al nuevo error. “La disciplina es la parte más importante del éxito” (T. Capote)
Mg. Franz Rivera Mansilla
Psicólogo Deportivo
@franz.riveramansilla